José Javier Blanco Gómez...Presente.

[marcoszorrilla]

Para reflexionar.

Héroe de día, recluso por la noche
Un interno de la Prisión Provincial salvó a un niño de morir ahogado en la bahía
DIEGO RUIZ/SANTANDER

El niño cayó al mar desde la goleta 'Cantabria Infinita'. / SANE

No lo dudó ni un instante y desde la borda se lanzó al agua. Nadó hacia el niño, le agarró con un brazo y luego con el otro, sosteniéndole en el aire, le subió a un bote cuyos dos tripulantes se encontraban de pesca en aguas de la bahía y que, unos segundos antes, habían escuchado los gritos de 'niño al agua'. Después, la madre del pequeño, aún emocionada, se dirigió al 'salvador' y le dijo ¿Cómo puedo yo pagarle lo que ha hecho? Él, sin dar importancia a lo sucedido, simplemente dijo que «con verla a usted la cara de felicidad y que el niño esté bien, me conformo».

Este suceso se produjo hace unos días en aguas de la bahía de Santander y el héroe de esa jornada se llama José Javier Blanco Gómez, un gallego que cumple condena en la Prisión Provicial y que el destino quiso que ese día navegara, junto a otros reclusos y un grupo de personas, en la goleta 'Cantabria Infinita'.

Alberto de Miguel, el capellán de la prisión, relata los hechos con admiración. El día 6 de junio, junto a la subdirectora de Tratamiento y la trabajadora social, había embarcado en la goleta junto a cuatro internos de la Provincial. Se trataba de una actividad más dentro del programa de salidas que se realiza con presos que ya han cumplido una parte importante de la condena. Este año, visitaron el Parlamento de Cantabria y habían seguido las hazañas del Racing en dos partidos de Liga. Este día, en el barco había otras personas, entre ellas una madre con dos niños de unos dos y seis años respectivamente. Después de navegar hasta El Puntal y ver las marismas, de regreso a puerto, el crío más pequeño cayó al agua. Luego, de inmediato, Javier se lanzó al agua y rescató al pequeño. Los hechos fueron presenciados por numerosas personas.

José Javier Blanco Gómez 'Javi' es gallego y trabajó como marinero de arrastre, haciendo de contramaestre en la pesca de bacalao, rape, bonito, etc, antes de entrar en prisión.

Alberto de Miguel, señala que «yo no quiero juzgar porqué está en la cárcel, lo que si que les digo es que Javi asumió con responsabilidad salvar una vida sin pensar lo más mínimo qué pasaría con la suya». «Sería un gesto -dice el capellán- que nuestro presidente, don Miguel Ángel Revilla, se interesase por Javi. Incluso que nuestra vicepresidenta doña Dolores Gorostiaga, diese un paso más y conociendo como conoce a don Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, se preocupasen por la situación penal de Javi. Sinceramente creo que se lo merece, fue capaz de hacer lo que muchos otros no haríamos nunca».

Un Saludo.