La estatura de un hombre
Como algunos sabrán, estos días en México se debate acerca de lo que debe hacerse con el petróleo del país. Es quizá la primera vez en este país que se da un debate de esta naturaleza, en el que se escucharán no sólo las voces de los políticos de siempre, sino de expertos en la materia, ingenieros, historiadores, economistas, etc.
Este debate, más allá de que lo que ahí se argumente realmente incida en quienes finalmente decidirán la suerte, y que hoy elogian aún los más retrógradas, se debe en gran medida a ese loco, ese populista rijoso y las multitudes de ignorantes y revoltosos que lo apoyan. De no haber sido por la tan vilipendiada toma de las tribunas, a estas horas la reforma que propuso ese otro hombre de palabra fina y modales refinados, sería ya cosa juzgada, en uno de esos debates de senadores, como aquél que en tan sólo 72 horas los llevó a sellar el destino de la seguridad social de los trabajadores del Estado.
Bueno, pues este hombre de modales refinados, haciendo caso omiso del debate que recién comienza, va más allá y propone ya la reducción de impuestos a las empresas extranjeras que quieran perforar pozos en territorio de México.
Un loco y un refinado. Juzgue usted la estatura de cada uno.
// Saludos
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