Hablando de cine, pero no tan "industrializado", este mediodía tuve la fortuna de encontrarme con
Quentin Tarantino mientras caminaba por la calle Abasolo. Él se encontraba almorzando afuera del hotel Virrey de Mendoza, y, aunque en palabras de un guardaespaldas que ahí se encontraba Quentin no quería ser fotografiado (llevaba mi cámara conmigo), éste tuvo la cortesía de estirar su brazo para saludar a varias de las personas que nos acercamos.
Fue todo un privilegio estrechar la mano de ese maestro de las situaciones extremas acompañadas de parlamentos inteligentes.
Ya casi termina el festival de cine más importante de México, los que vivan cerca de Morelia no se lo pierdan (mi casa es la casa de los colegas Delphi
). Por lo pronto ya tengo mis entradas para esta noche (Agnosia) y para una de las ganadoras el domingo (les contaré).
Para quienes no ubiquen a Tarantino, estos son algunos de sus más afamados filmes:
Bastardos Sin Gloria
Kill Bill
Pulp Fiction
Reservoir Dogs
Un abrazo
de autor.
Al González.