Jugando un poco con las letras de la moraleja:
Un moro venía en una patera con un buen pedo y se lo imaginó todo y al despertar vio que no exitía el can diminuto, ni el mono chivato, ni la pantera inclusera, ni tan siquiera la patera y ni si quiera venía, ni iba, ni era tal moro, era un legionario con un tatuaje que decía "amor de madre" y estaba harto de grifa.
Un Saludo.
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