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Al quizá sea algo utópico, y tu díalogo me hizo acordar de una frase dicha por un compañero que estudió abogacía:
Ingresé porque me gustaría poder ayudar a mi país, pero es el sistema el que te cambia.
Es muy lamentable, y no lo escuché decir unicamente de mi compañero sino también de un amigo de mi padre y otros han expresado cosas similares. Son muchos quienes entran con buenas intenciones pero en la medida en que se van formando y por como está hecho el sistema legal es que salen torcidos.
Una de las profesiones más difíciles de sobrellevar es la de abogado, hay que perder mucho de cierta ética y moral como para tener que defender a alguien que es culpable; y el que tenga que dar pruebas de como salvarlo.
Por esos tipos de cosas es que abogacía carga con tanta mala fama, y luego termina contaminando más el sistema en general.
Solo falta un abogado para tener un conflicto en puerta, del que sea. A eso se dedican: a culpar y defender.
No son únicamente los empresarios, sino las mentes que "aconsejan" detrás de ello.
Lo irónico del asunto es que tampoco podemos decir bueno, basta... no más abogados. Hay que cambiar el sistema, visualizarlo desde otra óptica. Recién allí podríamos decir de un cambio.
Todas las carreras tienen en sus cátedras Ética y Moral Profesional. Es muy fácil olvidarse de ellas cuando debes renunciar a parte de ésta para poder lograr defender a tu cliente y encontrar el modo de que lo que digas suene a que tengas la razón.
Saludos,
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