jajajajajaajajaajajajajaja, aunque lo había leido hace tiempo, ya no me acordaba, y ahora, al leerlo detalladamente no he podido aguantar la risa, las lágrimas y todo lo inaguantable... el caso es que estoy en el trabajo, suerte que no estaban los jefes por aquí... jajajajajaja... pobrecillo el hombre... jajajajajajjajaja...
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