Zum erstenmal ist der Ostfriese in der Großstadt.
Un frisio del este viene por primera vez a la gran ciudad. En el hotel, ve que una anciana sube al ascensor. Unos segundos más tarde, la puerta del ascensor vuelve a abrirse y sale una joven bellísima. El frisio sigue a la mujer un buen rato con la mirada; luego murmura: "Vaya, cuando cuente esto en casa seguro que nadie va a creerme".
|