En la primera pregunta, mi respuesta es, que nunca recomiendo nada a nadie.
La segunda nunca recomendaría al elemento 3.
Y de paso voy a contar una anécdota, que en realidad no es tal, porque fue verdad.
Una persona trigesimosexta, de honradez acrisolada e inasequible al desaliento, siempre se manifestó contrario a la Ley del aborto, por otra parte como correspondía a su credo. Más la mala suerte fue tal, yo no diría tanto, pues su hija practicaba el sexo sin control alguno, que la efeba en cuestión quedó embarazada.
No sé aún por qué aquel prócer con sus ideas elatas y pristinas viajó a Londres, pues el tema de Gibraltar lo llevaba muy mal. Aún menos me explico que llevará consigo a su hija.
Lo cierto es que nunca alumbró, no sé que tuvo aquel viaje.
Y para finalizar, permitanme Vds. que me despache con un refrán castellano:
Cita:
No querías taza, pues ahí tienes taza y media
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Dios guarde a Vds. muchos años, aunque beban alcohol y aun siendo infieles a su pareja.