Dos sacerdotes uno de ellos catalán el otro no estaban intercambiando ideas y opiniones sobre como administrar los dineros que los feligreses dejaban en el cepillo, el no catalán, supongamos que era manchego dice yo el 50% lo utilizo para obras de la parroquia, un 25% para ayuda a los feligreses necesitados y el resto me lo quedo yo para mis cosas.
Le dice el catalán, pues yo lo resuelvo mucho más fácil y simple, el reparto está entre Dios y yo.
Bueno y como lo haces le interroga, ya sobre ascuas el manchego.
Pues muy fácil tiro al aire todas las monedas, las que coje Dios para Él y las que caen al suelo para mí.
Un Saludo.
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