Por desgracia igual hasta hay alguno de esos trofeos en el retrete de algún constructor adinerado residente a más de 400 km. al sur de Madrid.
Aún recuerdo la primera y creo que única vez en que tuve una escopeta de caza en la mano, me la pasó mi primo al que le gusta la caza, para que tirara a un pobre gorrión, ya hace tiempo pues tenía yo unos 16 años, como es lógico tiré a no darle y se notó, y se notó que no me gustaba esa bestialidad, con perdón de los cazadores, que suerte ya nadie más me ha ofrecido semejante cosa.
Un Saludo.
|