La "competitividad" en su máxima expresión.
¿Llegará a tener el mundo una generación de
hombres de negocios que tengan bien metido en la cabeza que el objetivo primario de las empresas debe ser prestar un bien a la sociedad?
Cita:
A —Hola colega, te llamo porque considero injusto lo que están haciendo ustedes con ese software, por las siguientes razones...
B —Caray, comprendo, pero no estoy de acuerdo porque....
A —OK, el asunto es que si lo dejamos así me va a significar afectar a mis clientes de manera que...
B —Vaya, bastante lógica tu explicación. En ese caso te propongo vernos para analizarlo y encontrar una solución bajo la cual ninguna de las partes ni nuestros clientes salgan perjudicados.
A —Creo que sería lo correcto, ¿el viernes a las 5:00 PM te parece bien?
B —Ese día tengo una visita de trabajo a Orlando.
A —¡Hombre! El sábado tengo un viaje a Miami, puedo adelantarme y verte por la tarde o noche en Orlando si te quedan libres un par de horas.
B —Mejor yo te busco en Miami el sábado, si no tienes inconveniente, me encantan esas playas y hace mucho tiempo que no estoy ahí. Y gracias por llamarme, este fin de semana arreglaremos todo. ¿Qué sentido tendría ser hombres de negocios si no hiciéramos las cosas bien?
A —Así es, nuestro trabajo representa algo importante para muchas personas y por ello debemos responder ante estas situaciones con la estatura moral que ellos, nuestros empleados, clientes y público, merecen.
B —Tal como enseñan en la universidad, mi amigo. ¡Esa voz me agrada!
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Ojalá que el anterior diálogo ficticio llegue a tener algún valor, ayudando con ello a sostener nuestro adjetivo de
humanos.
Al González.