Bueno, no sé si ocurre lo mismo en otros países, pero al menos en México algunas películas como
El Crimen del Padre Amaro y
La Pasión de Cristo han resultado ser un éxito de taquilla por el simple hecho de haber sido censuradas ya sea por la iglesia o por supuestos guardianes de las buenas costumbres.
Por alguna extraña razón las críticas en contra de este tipo de películas se convierten en publicidad gratuita y eventualmente despiertan la curiosidad de las personas. Al parecer sucederá lo mismo con "El Código Da Vinci".
Saludos