Ver Mensaje Individual
  #12  
Antiguo 22-11-2003
santana santana is offline
No confirmado
 
Registrado: nov 2003
Posts: 1.030
Reputación: 0
santana cantidad desconocida en este momento
Lightbulb

Realmente, Nacho, me parece que el problema en si no está ni en los profesores, ni en los niños, tal vez parte de los padres, y expresándolo en palabras del 'entorno' diría que éstos son asimismo una subclase de la propia sociedad. Esos nanos no representan más que la sociedad en la que nos movemos, y lo triste, como tú dices, es pensar en el futuro que les espera a ellos y a nosotros, que estaremos gobernados por ellos cuando nos toque cobrar la pensión de jubilación. También a mí me asusta pensar en ello, como pensar que mi hijo se dirije a ese mundo y que en 5 años estará en el instituto donde yo estudio y veo a los de la ESO, y te juro que si me contaran las cosas que veo a diario, sin haberlo visto por mí misma, no me lo creería. Pero eso tampoco nos da derecho a llamarles subnormales, vale???
Os dejo un texto que me enviaron hace un tiempo y he conservado precisamente para poder leérselo a mi hijo cuando sea un poquito mas mayor.

Reflexionando sobre aquellos años...

Este correo está dedicado a las personas que nacieron entre 1970 y 1980 (...y antes).
La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra infancia!!!!
Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no
sufríamos el síndrome de la clase turista.
No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.
Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos.
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que hace la madre hacen los hijos", esto es a ver quien era el mas bestia.
Pasábamos horas construyendo nuestros "vehículos" con trozos de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con
algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos.
Eso si, nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar alli el rato.
No había móviles.
Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables.
Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se
curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos.
La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza...
Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo.
Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!!
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos.
Si acaso alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando.
Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada.
Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrandonos por los suelos destrozando la ropa.
Nosotros si tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos.
O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate...,en fin tecnología punta...
Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta. ¡Imaginaros!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable!
¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.
Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, agua sin embotellar, donde chupaban los perros!!!
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser mayores de edad y sin adultos, DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos.
Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.
Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes extra!
Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y atrevimiento, no en un chat diciendo :P
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible,
si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.
Tú eres uno de ellos?? ¡Enhorabuena! Recuerdale esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños, antes de que todos estos niñatos que hay ahora (que se creen algo y no tienen respeto ni
educacion a nadie) destrocen el mundo en el que vivimos.

Un saludo a todos! cuidaros y que os vaya bien!!
Responder Con Cita