Hola,
Yo es que ya se sabe, a los mayores de cuarenta no les felicito. ¿Qué felicitación cabe después de los cuarenta? Es como si te dieran un empujoncito al ataúd. Paso. Miro para otro lado. Me escondo. ¡No quiero llegar a los cuarenta! Y ya no dejaré siquiera un bonito cadáver. Pero, me parece que me estoy yendo por las ramas. ¡Felicidades Casimiro! Y sea lo que dios quiera.