¡Vaya! Sí que se han dado bastantes puntos de vista.
Lo que más me extraña es la incipiente defensa que se ha hecho del estilo singular.
Para mí no tiene vuelta de hoja.
El estilo singular es más eficiente. Llevo poco más de un año empleándolo y no cabe duda de que te evita muchos problemas y hace que tu código sea más consistente. No se trata de
gustos,
mañas y otras mezquindades.
Se trata de empatar la lógica con la práctica de la manera más simple posible. Todo parte del concepto de
entidad, aunque la lógica lingüística deje caer el terrible peso de la costumbre sobre nosotros.
Por ejemplo, tenemos una entidad llamada "
Solicitud", por lo tanto tenemos una tabla llamada
Solicitud, un conjunto de datos llamado
dtSolicitud, una forma de captura llamada
fmSolicitud, una forma de búsqueda llamada
fmBusquedaSolicitud, un reporte llamado
rpSolicitud, un botón llamado
btSolicitud, una llave foránea
IDSolicitud, etc. La entidad
solicitud va en el nombre de cada cosa que se relaciona con ella.
Al principio estaba algo renuente a usarlo. Pero creo que es parte del proceso de madurez de un desarrollador ir aceptando algunas sanas prácticas como esta. Recuerden que
el principio de simplicidad y consistencia es fundamental en todo proceso sistemático.
Programática o sistemáticamente podemos, con menor esfuerzo, hacer más con:
Cita:
Solicitud
dtSolicitud
fmSolicitud
fmBusquedaSolicitud
rpSolicitud
btSolicitud
IDSolicitud
|
(Consistencia)
que con:
Cita:
Solicitudes
dtSolicitudes
fmSolicitudes
fmBusquedaSolicitud
rpSolicitud
btSolicitud
IDSolicitudes
|
(Inconsistencia)
Por si fuera poco, hace más
inteligible el código, no sólo en sentencias SQL, sino también en código de programa:
Código Delphi
[-]
dtSolicitudVigente.Value := False;
Código Delphi
[-]
dtSolicitudesVigente.Value := False;
La costumbre y el uso natural de una lengua nos invitan a ajustar los procesos sistemáticos a lo que llamamos
vida real. Lo cual no está mal, de eso se trata el hacer software. Pero
no hay que tratar de imponer el estilo humano a la lógica de programación, porque ésta ya viene con la semilla del suyo propio: uno más consistente, simplificado y eficiente para el ambiente donde vive. De uno depende qué tan bien cuidar a esa semilla y a la planta que de ella hacemos nacer.
Un abrazo singular.
Al González.