Yo la verdad envidio a quienes tienen ideas en la ducha. A esas horas mi cerebro aún lucha por despertarse y con trabajos coordina el movimiento de la mano para tomar el jabón. Las pocas ideas que llegan a mi mente en esos momentos versan sobre un café humeante.
También envidio a quienes resuelven problemas al dormirse. En mis épocas de estudiante no era inusual desvelarme hasta altas horas de la madrugada tratando de resolver algún problema. Al irme a acostar, mi mente seguía "trabajando" en torno al asunto y muchas veces sentí que me llegaba la solución, pero al despertarme a la mañana siguiente me daba cuenta que había sido una mera ilusión. Después de algún tiempo me di cuenta que en esos momentos lo único que sucedía es que mi cerebro daba vueltas a los mismos razonamientos una y otra vez sin realmente buscar nada nuevo, y la consecuencia era un gasto de energía que me impedía descansar cabalmente.
// Saludos
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