Una vez traspasada la barrera de la infidelidad, se es infiel, no importa cuántas veces ni cómo: eres infiel. Esto no es un mal per sé, puesto que depende de la moralidad de cada quien y cada cual determinará si lo acepta o no.
A final de cuentas, ella ya puso sus cartas sobre la mesa. Si eso te incomoda, deja de insultarla, que siga su vida y tú sigue la tuya. Como dice Casimiro, hay muchas, muchas, muchas mujeres en este mundo y entre ellas habrá varias cuya moral sea acorde a la tuya. ¿A qué perder el tiempo con alguien que claramente no te satisface?
// Saludos
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