Bueno, depende. Sí dice algo bueno: que Windows es flexible. Pero para conseguir ese "fácil de usar" he tenido que cambiar la configuración por defecto, el estilo de la barra de tareas, instalar dos o tres programas que no están en la instalación original... En el Linux, sin embargo, sólo he tenido que cambiar la configuración para obtener un resultado casi identico, sin tener que instalar nada nuevo.
En fin, para gustos los colores.
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