Creo entonces, que estamos totalmente de acuerdo. En mi opinión las aplicaciones deben estar hechas a prueba de tontos pero sin que esto signifique tratar al usuario como tal. Me parece muy atinada tu observación referente a la sensación de control, y esto aplica a toda la interfaz en general. Una aplicación puede ser muy buena pero si no se diseña la interfaz pensando en el usuario final- quien es el que tendrá que lidiar con ella día con día -gran parte de su valor se pierde. A no ser que no haya otra opción, yo, como usuario, generalmente escojo aplicaciones potentes pero que de entrada den la sensación (y lo sean) de ser fáciles de usar.
// Saludos
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