Un servidor lee actualmente
El Atlas Furtivo, de español Alfred Bosch.
La obra me ilustra cómo era la isla de nuestro amigo
Emilio antes de que hubiera noticias
oficiales de América. Aprendo de la cultura judaica sin fanatismos, refuerzo conocimientos de historia y geografía y me deleito con las experiencias de los personajes principales en Asia y el Mediterráneo. Y las diferentes visiones que del mundo se tenían entonces son sensacionales.
Esa novela histórica me está gustando. Valió la pena sacarla de aquel estante lleno de polvo por 56 pesos.