Hace un par de años adquirí una tarjeta gestionada por un BANCO y una AEROLINEA. A los pocos meses se "divorciaron" y, como resultado, el BANCO -de quien he sido cliente muchos años- me mandó una tarjeta sustituta. Hasta ahí todo bien. Poco después, la AEROLINEA se unió a OTRO BANCO, mismo que tuvo a bien mandarme otra tarjeta, misma que no me molesté en activar pues no me interesaba. Nunca me enviaron estados de cuenta ni nada por el estilo.
Ahora, que los bancos extranjeros necesitan dólares, dicho OTRO BANCO me manda un primer estado de cuenta (dos años después), cobrándome (in)justamente la comisión de NO USO. Pocas veces en mi vida he visto algo tan estúpido y tan enfadoso.
// Saludos
|