Esta es la historia de un sapito que vivia en una pequeña laguna al lado de la cual pasaban unas vias de tren.
El sapito gustaba de salir por las noches y subir a jugar a las vias, resbalando por ellas. Un dia estaba tan absorto en su juego que no se dio cuenta que venia el tren, y a ultimo momento logro salvarse de ser aplastado. Sin embargo, no pudo evitar que el tren le ampute las nalgas.
Al darse cuenta el sapito que se quedo sin nalgas, desesperado se puso a buscarlas en las vias. Buscaba de un lado a otro, de una via a la otra, entre los durmientes, tan preocupado se encontraba buscando sus nalgas que no se dio cuenta que velozmente venia otro tren, el cual paso y le arranco al sapito la cabeza.
Moraleja:
NO PIERDAS LA CABEZA POR UNAS NALGAS.
P.D. Dedicado a todos aquellos que alguna vez por hemos hecho locuras por una mujer, ya lo dice el viejo refran:
Mas jalan dos tetas que una carreta.
o aquel otro que dice:
No es lo mismo dos tazas de té, que dos tetazas