Hola,
Cita:
Empezado por Neftalí
En cuanto a lo que ha dicho David, estoy de acuerdo, a veces prohibir algo lo hace más atractivo, pero considero que 11 años es pronto para dejar todo internet "abierto" a un niño.
|
Discrepo. No estoy de acuerdo con eso Nefatalí. Pienso ahora en mis sobrinos. Seguramente utilizarían Internet para algo más que para estudiar (que es como te lo venden en las promociones de la multinacional anónima de turno), pero, no le veo enganchado a la pornografía... y es un chico de lo más normal.
Más aún. Yo fui un chico de lo más normal, porque ahora que lo pienso todos somos unos chicos de lo más normales. La niñez puede que sea la cosa que más iguale en este mundo, la sonrisa de un niño es igual en Pekín que en New York, que en el Congo.
Y si he dicho antes que tenía cuando niño mis revistas porno por ahí escondidas (ni muchas ni pocas, pero que tenía) no es sino por una razón muy sencilla: porque estaba dejando de ser niño. ¡Claro! ¡Es que a lo mejor queremos que los niños no dejen de ser niños!
Y como el sexo es algo como la vida misma, pues ahí estaba yo, y supongo que el resto de mis coetáneos enanos, aprendiendo a hacer nuestras necesidades, y entre estas está incluida el sexo: que más que otra cosa subyuga al ser humano, y a cualquier animal sexuado, pues es cuestión de vida o muerte para la especie que se practique sexo.
Pero basta ya, que menudo rollo voy a terminar soltando. Yo me quedo con lo que Seoane ha dicho sobre la confianza. Hay que confiar, hay que saber, hay que preguntar, hay que hablar, hay que confiar. O al menos así puede ser. Quiero decir que mi infancia no fue "ideal", pero, ¿es que existe algo así? ¡Que en todos los sitios cuecen habas!