Hola,
Me sumo y agradezco a
Casimiro sus desvelos hasta llegar a su mensaje número 1000. A partir de ahí,
Casimiro, estarás inmunizado contra los desvelos: simplemente, no harás otra cosa que desvelarte, pero, sin darte cuenta ni importancia, como el que no quiere la cosa, como suele decirse. Así pues se han de agradecer -nunca como se debe- tus mil mensajes y los que después vengan. He dicho.